Con los estudiantes hicimos el ejercicio de narrar y leer un
cuento, luego les pregunté sobre las diferencias que habían visto entre la
narración, aunque los participantes son muy chicos y no tiene un alto nivel de
análisis, pudimos comprobar varios de los aspectos que nos menciona Aidan
Chambers, como el disfrute que los humanos encontramos, sin importar edad al
escuchar la historias o la ficción como elemento de la narración.
Igual vemos cómo cambia el cuento de la
narración a la lectura, en la narración la formalidad gramatical que se da en
el texto escrito no existe, y las palabras van y vienen, se conectan de formas
inesperadas, es más, la historia no parece la misma, sino que parece otra con
otra realidad.
Aunque las expresiones en los dos tipos de
lecturas se pueden exagerar, en la narración generalmente yo exagero más y
tengo la posibilidad de mirar a los interlocutores a los ojos e impregnarlos de
más emociones y llamar su interés hacia la imaginación.
Finalmente lo que los interlocutores en
este caso vieron de diferencias entre la lectura y la narración, es que hay una
alta dosis de imaginación que debe utilizar el narrador para contar su
historia, mientras que en la lectura la imaginación empieza en la
decodificación de los signos de escritura junto con las imágenes del libro.
Para ellos, hay un cambio sustancial y reconocen que las palabras se cambian de
la narración a la lectura, que la imaginación se usa de forma diferente en una
y otra y yo noto que la narración permite deformar y reformar la historia, de tal forma que los personajes hagan cosas nuevas o tengan nuevas características, igual los lugares y situaciones.
Que bien super como enfocaste este proceso, y aunque a veces pensemos que los chicos no entienden, ellos tienen sus propios metodos de comprensión o idioma intuyen lo que acontece.
ResponderBorrarLa diferencia entre esto es que tu no usaste el libro pero usaste la imaginación, hermosoooooooooooooooooo
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